Los "pros" y los "contras" del "manoseado" rescate.

Hemos notado últimamente que los bancos no dejan de lanzar gritos en pro del rescate de España. ¿Que ven los banqueros que no ve tan claramente nuestro gobierno? ¿Hemos de creer que cuando lanzan esas recomendaciones lo hacen en favor de los intereses generales de los españoles o es simple y llanamente barrer para casa? ¿Hemos de creer que los bancos, que en gran medida nos han traído a donde estamos, ahora se han vuelto filántropos y aspiran a que la crisis no haga daño a la tropa?. Vamos a reflexionar sobre los "pros" y los "contras" de este viaje, que una vez emprendido no tiene billete de vuelta. Llegado a este punto de no retorno, comparto con el gobierno la posición de pensar y repensar que es lo más conveniente para la mayoría de los españoles, no vaya a ser que el consejo de los banqueros sea un mensaje interesado, sin importarles cuantos muertos quedarán  en el campo de batalla por los daños colaterales de un hipotético rescate.

¿Que ventajas nos aportaría el rescate?. Solamente una ventaja, que en un caso extremo puede ser decisiva para pedirlo. El caso extremo es que no seamos capaces de financiar nuestra gran deuda o que el precio de la financiación se haga totalmente insoportable por lo elevado de la prima de riesgo. Actualmente no estamos en esa tesitura, y digo actualmente convencido de que mañana puede que ya no sea esta la actualidad. Hoy la prima de riesgo está a unos niveles asumibles, y también digo unos niveles asumibles sabiendo que está excesivamente alta, pero, a pesar de ello, los efectos de la petición del rescate supondrán muchos más inconvenientes que el pago de intereses a los niveles de hoy.

Para comprender lo enrevesado de la situación, transcribo la siguiente noticia publicada muy recientemente: "Los países de la eurozona no ven necesario que el Gobierno de Mariano Rajoy pida el rescate, al menos de forma "inminente", ya que la tensión en los mercados ha disminuido en las últimas semanas y España se financia en condiciones aceptables, según han dicho este viernes varias fuentes europeas.

"Si se examina la situación actual del mercado, no veo ninguna necesidad de que España pida ningún tipo de programa", ha asegurado un alto funcionario del Eurogrupo. A su juicio, España está "muy lejos" de tener que solicitar un rescate completo como el de Grecia, Portugal o Irlanda.


"Si se analizan los resultados de las últimas subastas, la de ayer (por el jueves) fue muy, muy bien. La situación en los mercados está muy lejos de la que nos preocupaba hace medio año", ha resaltado el alto funcionario.


Ni siquiera Francia, uno de los países se mostraba más partidario de que Madrid solicite el rescate para desencadenar la intervención del Banco Central Europeo (BCE), ve ahora urgente activar la ayuda, según las fuentes consultadas.


"España logra dinero para financiarse mes a mes a tipos cada vez más bajos, la situación no parece absolutamente desesperada", señala otro diplomático. "A la vista de la situación del mercado, no hay estrés", añade.


El Eurogrupo desmiente así las informaciones que señalaban que el Gobierno de Mariano Rajoy podría presentar la solicitud del rescate este mismo fin de semana. Los ministros de Economía de la eurozona examinarán en su reunión del lunes 8 de octubre la situación española, pero no esperan en ningún caso una petición de que se active el mecanismo europeo de estabilidad (MEDE)".




Por otra parte, no hemos de olvidar que la mayor parte de los países, incluido Alemania, incumplen de cabo a rabo los criterios de convergencia que se auto-impusieron en Maastricht. Ahora hablemos del sin fin de inconvenientes que tendrían que asumir los españoles si el gobierno se ve en la obligación de pedir el rescate para España, sufrimiento que se verá amplificado para los económicamente más desfavorecidos. Cuando tengamos a los "hombres de negro" supervisando las cuentas de nuestro país, estos solo intentarán por todos los medios que las condiciones exigidas se cumplan sin importarles las consecuencias de recortar de donde no debemos recortar para mantener un mínimo de protección a los desprotegidos.


1.- Empleados públicos: bajada de sueldo y despidos.
En Grecia, durante 2010-2011, se suprimieron 200.000 plazas de funcionarios. Fundamentalmente por jubilaciones no cubiertas y despidos de contratos temporales. Evidentemente, resultó muy pernicioso para la economía nacional. Aunque no para la de los grandes capitales, y por ello se prevé suprimir otros 150.000 antes de 2015.
En Portugal, por su parte, las remuneraciones de los empleados públicos se han reducido hasta en un 20%.


2.- Bajada de las pensiones
No me refiero a las pensiones de los banqueros, obviamente, sino a la de millones de personas honradas, que toda su vida trabajaron para mantener a una familia…
Así, en Portugal, los pensionistas han experimentado los mismos estragos que los funcionarios. En Grecia se han llegado a recortar hasta un 40% y en Irlanda, un 10%.

3.- Retrasar la edad de jubilación
El rescate obligó a retrasar la jubilación en Grecia, ampliando los años cotizados para obtener derecho a pensión. Algo similar les ocurrió a nuestros vecinos lusos, que han visto desaparecer la jubilación anticipada. Por no hablar de Irlanda que  baraja la edad de 68 años. España ya “hizo los deberes” retrasando la edad de jubilación a los 67.


4.- Subida de impuestos
No, no se hagan ilusiones. No se trata de una subida a las rentas del capital, beneficios especulativos, grandes fortunas, etc, sino de los impuestos al consumo: combustible, medicinas, alimentos…
En Grecia el IVA subió dos veces en un año, hasta el 23%. Por si fuera poco, se incrementaron en 10 puntos los impuestos sobre tabaco, alcohol y carburantes. Además, se creó un impuesto para la propiedad inmobiliaria.
Portugal también subió el IVA hasta el 23% aplicando el tipo general a productos que hasta entonces se regían por un tipo reducido (el IVA de la luz y gas ha pasado del 6% al 23%). Al menos, los portugueses incrementaron  la fiscalidad de las rentas más altas y de las empresas con beneficios. Pero esto en la España del PP resultaría utópico.
Irlanda, en plena línea liberal, apretó las clavijas de sus ciudadanos estableciendo un IVA del 22%, a la espera de más incrementos en sucesivos años.


5.- Reducción de la prestación por desempleo
El Gobierno del PP ha desmentido cualquier reducción de las prestaciones a los parados, lo cual equivale a una próxima rebaja de prestaciones a los desempleados.
Portugal ha reducido el tiempo durante el cual un parado pueda recibir ayuda.


6.- Reforma laboral
Los efectos perniciosos de la contrarreforma laboral ya se dejan notar en la multiplicación de eres y desempleados. El trabajo escasea cada vez más y la calidad es deplorable.
Grecia  redujo en un 50% la indemnización por despido y se eliminaron los convenios colectivos. Como consecuencia de lo último se ha producido un descenso medio del 20% en los salarios del sector privado. Dinero que, obviamente, ha acabado en los bolsillos de  unos pocos empresarios y, al poco, fuera de aquel país. Tal vez se trataba de eso.
Portugal eliminó cuatro días festivos y dejó en la mitad el precio de cada hora extra. Además, se ha recortado la indemnización por despido de 30 a 20 días por año trabajado para los nuevos contratos  con un límite de 12 mensualidades. El gobierno luso estudia nuevas rebajas.

7.- Pérdida de Soberanía Nacional
Nuestro gobierno quedaría sometido a las estrechas directrices de la troika y con muy escaso margen de maniobra. La sociedad se pone en manos de los acreedores que harán lo imposible para recuperar su dinero.

Con estas expectativas no es bueno apresurarnos a tomar una decisión sin sopesar la conveniencia o incluso el momento de pedir el recate. El gobierno está en la obligación de hacer lo que crea conveniente para nuestro país. Concedámosle el beneficio de la duda y el derecho a equivocarse.


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