Tenemos una visión distorsionada de este “fabuloso mundo
del dinero y la bolsa”, que también es el título de un libro de André Kostolany,
debido quizás, a la literatura y al cine que nos ha contado historias de
personajes que se han enriquecido súbitamente
o por el contrario han perdido toda su fortuna invirtiendo en el gran mercado
del mundo: la bolsa.
Sin dudas, hay casos reales de las dos situaciones que
hemos descrito, pero la literatura y el cine los magnifica de tal forma que los
distorsiona creando falsas esperanzas y nosotros,
con esta entrada, sin magnificar ni restar importancia a todo lo que envuelve la "enigmática bolsa" y poniendo los pies en el suelo, no
queremos crear falsas esperanzas sobre la posibilidad del enriquecimiento fácil,
todo lo contrario, pretendemos inculcar
a nuestros visitantes una visión práctica y realista de los mercados, marcando
a fuego en lo más profundo de vuestro interior principalmente dos mandamientos,
el primero es, que nuestra primera y principal tarea es proteger y conservar el
capital con el que operamos ya que esta es la herramienta que nos
permitirá permanecer en este negocio; y el segundo es, que no podemos pretender enriquecernos rápidamente
porque ello, simplemente, no es posible, pues más bien al contrario, pretender
esto, causará nuestra súbita ruina.
En este negocio es mucho mas fácil perder que ganar, os lo
puedo asegurar por propia experiencia, y estadísticamente dicen que un 90% de
las personas que hacen trading pierden su capital en el primer año, algunos
duran un poco más y solo el 5% consigue ganar de forma consistente. Así pues,
si aprendemos a no perder nuestro capital, tendremos muchas probabilidades de que, con el tiempo,
entremos en ese selecto club del 5% de los traders que ganan dinero.
Y llegados a este punto, sabiendo lo arriesgado y difícil
que es realizar con éxito esta actividad, debemos preguntarnos a nosotros mismo
las siguientes cuestiones: ¿Debo hacer trading? ¿Puedo hacer trading? ¿Quiero
hacer trading?. Para contestar la primera pregunta tenemos que fijarnos en una
cuestión, esta es, tengo los conocimientos suficientes para saber a lo que me
enfrento y desenvolverme con probabilidades de éxito en esta actividad. Como
para cualquier profesión, hay que estar preparados y hay que conocer los códigos
con los que actuar en cada momento, hay que saber enfrentarse a las vicisitudes
que se nos presenten y hay que saber que hacer para resolverlas, no hay que ser
ningún genio, todo en esta vida se puede aprender, pero hay que estar
dispuestos a ello y querer. Se puede aprender de muchas maneras, hay muchas
fórmulas para hacerlo, pero hay que hacerlo y poner todo nuestro esfuerzo en ello, es más, como en cualquier otra actividad, nunca podemos dejar de
aprender, con el tiempo, la experiencia, será nuestra mejor aliada. Para
contestar a la segunda pregunta de ¿Puedo hacer trading?, la cuestión en la que
tenemos que fijarnos es en si tenemos recursos financieros libres para ello. Al decir recursos
financieros libres, me refiero a ese
dinero que no necesitamos por que tenemos cubiertas nuestras necesidades
básicas y de seguridad, es ese dinero que, de perderlo, no compromete nuestro
modo de vida o el de nuestra familia. Es de una irresponsabilidad total el
realizar trading con el dinero que necesitamos para pagar la hipoteca, los
estudios de los hijos o simplemente el que hace falta para llegar a final de
mes. Si hemos contestado afirmativamente a las dos primeras preguntas, nos
falta la fundamental ¿Quiero hacer trading?, para responder esta cuestión solo
hemos de fijarnos en si nos sentimos bien realizando trading, si nos
entusiasma, nos sentimos cómodos y tranquilos, nos permite dormir por las
noches, sabemos soportar las pérdidas porque las consideramos parte del
negocio, no altera nuestro estado de ánimo ni nuestras emociones y podemos seguir
siendo el mismo con la familia y con los amigos. En definitiva, si el trading nos
ayuda a conocernos y, creerlo, nos puede ayudar mucho y a mejorar como personas,
la respuesta será afirmativa.
Si tenemos el si de las tres cuestiones, podemos ponernos
manos a la obra, pero, ¿Que necesito para hacer trading?. Con el desarrollo de
la tecnología, hoy, los mercados financieros están al alcance de cualquiera y
desde su propia casa. Tan solo se necesita un ordenador, una conexión a
Internet y elegir el broker con el que vamos a operar para abrir nuestra cuenta
de trading, pero antes de todo esto, debemos disponer de un sistema (normas o
guía de actuación), que nos permita operar en el mercado con éxito. Y esta
tarea, es la primera que debe realizar cualquier trader: elaborar, testear y
poner a prueba su plan de trading.
Tenemos el broker, que será aquel que por las razones que
sean hemos elegido para operar, ya que necesariamente necesitamos este
intermediario para acceder a los mercados y al que tendremos que pagar una
comisión por los servicios prestados, por otro lado tenemos el trader, que somos nosotros,
cada uno con su propio estilo y su manera particular de operar en los mercados y solo nos falta
la acción, esto es el trading, que no es otra cosa que comprar y vender o
vender y comprar en los mercados cualquiera de los activos financieros que se ofrecen y de cuyas operaciones pretendemos sacar un
beneficio.
El trader, intenta vivir de los mercados, el broker vive
de los traders y el trading no es otra cosa que un negocio muy jugoso para las
casas de bolsa (los brokers) y una posible manera de conseguir rentabilizar un
capital u obtener unos ingresos extras para algunos traders privilegiados.
Intentemos ser uno de ellos.
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