El Mercader y la Bolsa



Cierto día un mercader ambulante iba caminando hacia su pueblo. Por el camino encontró una bolsa con 800 dólares. El mercader decidió buscar a la persona que había perdido el dinero para entregárselo, pues pensó que el dinero pertenecía a alguien que llevaba su misma ruta.

Cuando llegó a la ciudad, fue a visitar a un amigo

-¿Sabes quien ha perdido una gran cantidad de dinero? -le preguntó a este.

-Sí, sí. Lo perdió Juan, nuestro vecino que vive en la casa de en frente.

El mercader fue a la casa indicada y devolvió la bolsa. Juan era una persona avara y apenas terminó de contar el dinero gritó:

-¡Faltan 100 dólares! Esa era la cantidad de dinero que yo iba a dar como recompensa. ¿Como lo has cogido sin mi permiso? Vete de una vez. Ya no tienes nada que hacer aquí.

El honrado mercader se sintió indignado por la falta de agradecimiento. No quiso pasar por ladrón y fue a ver al juez.

El avaro fue llamado a la corte, insistió ante el juez que la bolsa contenía 900 dólares. El mercader aseguraba que eran 800. El juez que tenía fama de sabio y honrado, no tardó en decidir el caso. Le pregunto al avaro:

-¿Tu dices que la bolsa contenía 900 dólares,  verdad?

-Si señor. -respondió Juan.

-¿Tu dices que la bolsa contenía 800 dólares? -le preguntó el juez al mercader.

-Si señor.

-Pues bien -dijo el juez-, considero que ambos son personas honradas e incapaces de mentir. A ti por que has devuelto la bolsa con el dinero, pudiéndote quedar con ella. A Juan por que lo conozco desde hace tiempo. Esta bolsa de dinero no es la de Juan; aquella contenía 900 dólares. Esta solo tiene 800. Así pues, quédate tu con ella hasta que aparezca su dueño. Y tú, Juan, espera que alguien te devuelva la tuya.

MORALEJA:

El avaro Juan es el mercado (BROKER) y el mercader es el trader (BOLSISTA). El mercado, la industria del trading, Juan en esta historia, siempre querrá todo para el, lo nuestro pensará que es suyo. El bolsista, el trader, debe actuar como el mercader, con honradez consigo mismo y con el mercado, no puede ser ni avaricioso, ni desagradecido. Debe tomar solo su parte. Cada trader debe saber cual es su parte (TAKE PROFIT) y cuanto debe dar a cambio (STOP LOSS). Todo estará en función del capital con el que trabaja, el importe del que dispone para especular y el riesgo que está dispuesto a asumir para no comprometer su salud financiera y su equilibrio mental y emocional.

 

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