Revisando nuestra estrategia de trading

Encadenando operaciones, nos hemos ido metiendo en un lío de muy señor mio del que trataremos de salir lo menos dañado posible. Salir lo menos dañado posible,  supone corregir los errores en los que hemos incurrido en nuestra estrategia para evitarlos en lo sucesivo. Ahora para consolarnos tiraremos del refranero: "Si has perdido dinero, no has perdido nada; si has perdido el tiempo, has perdido algo; si has perdido el corazón, lo has perdido todo". Perder el corazón supone perder el ánimo, las ganas y el coraje para seguir haciendo lo que debemos hacer; hacer las cosas de la manera que estamos convencidos de que funcionan o corregir de forma valiente las que no van bien. Hemos perdido dinero y algo de tiempo, pero mantenemos intacto nuestro estado de ánimo, luego hemos perdido poco. No tenemos que olvidar que estamos en una fase de aprendizaje, aunque el aprendizaje es una función continúa, pero todavía podemos perdonarnos algunos errores. Vamos a describir detalladamente, cuales han sido esos errores y que consecuencias han tenido sobre nuestra cuenta de trading, y al mismo tiempo, rediseñaremos nuestra estrategia para mejorar nuestra operativa.


En la entrada que titulábamos "Del agua vertida, alguna recogida", describíamos nuestra estrategia de entradas y de como resolvíamos el espinoso tema de los stop loss, de tal manera que, en este punto, en vez de deshacer la posición introducíamos una orden contraria para compensar pérdidas con ganancias. El problema es que no hemos sabido actuar adecuadamente con estas operaciones que se han ido acumulando y que no hemos ido resolviendo; operaciones que al acumularse han generado un riesgo excesivo y nos ha llevado a una importante pérdida de los beneficios que teníamos acumulados. Así pues, la estrategia, en sus fundamentos la damos por válida, pero no podemos dar por válida la forma de operarla. Cuando en una de las operaciones, se activa una orden contraria como stop loss, para limitar nuestra pérdida, no podemos dejar arrinconadas estas operaciones abiertas y seguir operando con otras; lo primero que tenemos que hacer, antes de proceder a realizar nuevas operaciones, es resolver la pérdida que tenemos sobre la mesa de operaciones, primero intentando disminuir la pérdida sino podemos anularla, o aceptar salir en tablas, sino podemos convertir la operación en ganadora. Resuelta esta cuestión, podemos seguir realizando nuevas operaciones, pues la experiencia reciente sobre este tema, nos dice que a medida que pasa el tiempo se hace menos probable resolver la situación con algo de éxito porque la acumulación de operaciones fallidas nos aumenta el riesgo muy por encima del que en cada momento debemos asumir y esto nos puede suponer, como nos ha pasado, caer en un draw down que se ha tragado la mayor parte de nuestras ganancias.


Así de maltrecha ha quedado nuestra estadística una vez que hemos incorporado a la misma el resultado de las operaciones perdedoras y ganadoras que teníamos abiertas y sin resolver. Operaciones que por no haberse resuelto en su momento, nos van hacer perder más tiempo de lo debido para recuperar el draw down en el que hemos incurrido. Luego, como dice el refrán al que hemos hecho referencia, si hemos perdido tiempo, ya hemos perdido algo, pues el tiempo, es más valioso que el dinero. Tiempo es lo que necesitamos ahora para recuperar la cuenta. Pero si sacamos alguna lección provechosa de este tiempo perdido, podemos hacer mejor gestión del tiempo futuro. "Si amas la vida, no pierdas el tiempo porque es de la materia que está hecha la vida". (Benjamín Franklin). Pero no daremos a este tiempo por perdido del todo, si nos sirve para aprender a manejar y gestionar mejor nuestro tiempo futuro.


Me comentaba uno de mis hijos, al poner en común los errores cometidos, lo siguiente: Papá, ahora ya no sé si tienes un sistema ganador o perdedor, y si este sistema te va a permitir ganar dinero en un futuro o por el contrario te va a arruinar; pues resulta que tienes un sistema definido perfectamente en cuanto a las entradas y salidas de las posiciones y en cuanto al riesgo que debes asumir en cada momento y sin embargo has operado como si carecieras de tal sistema. Has operado a tu libre albedrío. Esta estadística no es la del sistema, esta es la estadística de tus operaciones, esta es la estadística de tus emociones. Esta estadística serviría de referencia si la operativa realizada fuese fiel al sistema, pero no es así. Y hay que dar la razón al muchacho. Lo único que pude contestarle es que sí, que tienes razón, que tenemos que aprender a cuidarnos de nosotros mismos, que en nosotros mismo está  nuestro  mayor enemigo, que nuestra actitud es más poderosa, para bien o para mal, que nuestra aptitud. Que la mayor parte de las cosas que nos pasan están directamente conectadas a nuestras acciones. Así, si no nos esforzamos en hacer las cosas bien, no pueden salir bien. Si nos esforzamos y trabajamos para que salgan bien, seguramente saldrán mejor.


Estábamos a poco de conseguir nuestro primer objetivo, 6.000 € de beneficio consolidado, cuando hemos encadenado error sobre error que han llevado nuestros beneficios a 3.429 €; es verdad que nuestro límite de tiempo para conseguir nuestro objetivo es el próximo mes de octubre y que tenemos tiempo para poder conseguirlo, pero ha sido una lástima que la hayamos fastidiado por no actuar como sabemos que debemos actuar. Con todo, la rentabilidad anualizada es del 53,19%, siendo el 60% nuestro objetivo anual. Por otro lado, nos hemos quedado sin bolsa de riesgo, por lo que nuestras operaciones y hasta que nos vayamos reponiendo, las tendremos que hacer contrato a contrato, esto supondrá la necesidad de más tiempo para llegar a nuestro objetivo.


Esperamos y deseamos que esta experiencia nos ayude a que el enemigo que llevamos dentro lo convirtamos en nuestro mejor aliado. Nosotros mismo podemos ser nuestro mayor problema y nosotros mismos podemos ser nuestra mayor riqueza.



No hay comentarios:

Publicar un comentario